By Daniel Ross
Jamás concentré tanta belleza en mis fotos de blog como este sitio. Andar por él es como descubrir cuba de nuevo. Allí aun huele a monte virgen y prehistórico.
Uno es lo contaminante dentro de tal paisaje aborigen. Para mi diario de bitácoras no hay semejanza a la interpretación que no sean las pocas fotos que pude hacer en algún momento, fuera de la alucinación, después de reaccionar a lo que estaba viviendo y mi cámara se perdía.
Se nublaba por momentos y se aclaraba el día. Descubrí la belleza de ese lugar al mediodía. Posee mucha neblina, mucho frío, muchas preguntas al llegar por primera vez y descubrir cómo uno ha estado ajeno a tanta perfección.
Yumurí: Lleva dicho nombre ya que cuando los españoles tomaron nuestras tierras esto provocó una sublevación en sus habitantes, y a su vez trajo consigo, el maltrato a los aborígenes, lo que llevó a muchos al suicidio, el cual consistía en arrojarse de las grandes colinas y al saltar estos emitían un grito que significaba su firmeza, a la vez su renuncia a ser explotado y esclavizados, dicho grito decía: Yo morí, y de ahí proviene su nombre.
Esperando a que levantara el día meditaba en las confirmaciones de que todos los ríos en Baracoa son tan claros que, por muy profundos que sean, se puede ver el fondo.
Por este río profundo pasan botes y decidí alquilar uno pasa recorrer el interior de Yumurí hasta donde me fuera posible por el tiempo. Es gigantesco cuando lo penetras y las vistas de los alrededores no te dejan avanzar mucho.
Por 2 C.U.C te alquilas un bote para recorrer el Yumurí solo hasta un poco más de la Isla de la Almendra, la cual posee bastante de este fruto.
Llegué
Como siempre hago, marco la ruta a recorrer para no perderme al regreso y para guardar la ruta para posteriores visitas. El GPS con mapa satelital real del relieve es clave para marcar los descubrimientos entre las serranías. La presencia taína parece viva allí. Aun ni en Google Maps aparece nada del recorrido por el Yumurí. Localicé varias cuevas que parecían tan intactas que sentí que estaba invadiendo la cueva de los aborígenes que en algún momento estarían por regresar a esa guarida. Los Taínos y Arahuacos poblaron estas cuevas y aprendieron de la sabiduría de este ecosistema.
Por los alrededores de las cuevas se encuentra aún Cacao y más lejano plantaciones de café y hasta otras hierbas fumables prohibidas. Alterno a estas fotos dejo un video detallado al final de este blog donde muestro parte del recorrido y los hallazgos.
Existen muchas piscinas naturales en estos parajes. Peces de mediano tamaño en el río y grande como: La Picuda, cercano a su desembocadura. Los grupos de mariposas y pájaros de todo tipo es otro atractivo en los adentros kilométricos del Yumurí. No hace falta mucho para recorrer este paraíso, hasta el agua del río es tan natural y saludable como las embotelladas; aún más frías.
Posee microclimas dentro de cada kilómetro recorrido. Es acceso es fácil si se tiene voluntad y bastante energía para recorrer este río. Con los pobladores encontré un pescado llamado: Peto, el cual almorcé en casa de un poblador.
Por motivos de transporte tuve que abandonar el recorrido y regresarme. Es de sobrada obligación recorrer Yumurí si se quiere conocer por donde empieza Cuba y sentir esas palabras del descubridor de américa: ¨ la tierra más hermosa que ojos humanos hubieran visto ¨.
P.D: Me encantó el nombre de la escuela primaria del poblado de Yumurí y me resultó una curiosidad patria.